Me pasa que cuando voy corriendo no pienso en nada más. Si acaso en lo cansada que estoy, lo que hace que la sensación de cansancio aumente.
Es como cuando voy en la renfe todas las mañanas. Veo las mismas cosas, pero cuando hay problemas con el servicio y se queda parada o va despacio encuentro muchísimos más detalles. También me pasa cuando voy con alguien que no suele hacer ese camino. Se fija en cosas en las que yo nunca he reparado.
Si vas corriendo tanto, a lo loco, sin saber muy bien hacia dónde, puede que te pierdas. No tenemos tanta velocidad de reacción.
Parar o decelerar es bueno y necesario, para aclarar las cosas.
lunes, 8 de febrero de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario